Lección del día

Si el proyecto a realizar solamente depende de una empresa, es más probable que se cumplan los plazos porque se emplean horas directamente para ello y además hay un responsable específico. Pero en el caso de trabajar con más de una empresa, es muy difícil valorar el interés que estas segundas empresas mantienen y esto influye directamente en los retrasos que se suceden en envíos, en nuevas implementaciones, cambios,... Si dentro de estas segundas y terceras empresas no existe una orden directa o un interés importante por cliente final con el cual se venderá el producto que engloba todas las partes, probablemente ese producto nuevo no saldrá nunca al mercado.


"Si quieres hacer algo bien, lo mejor es que lo hagas tú mismo"

Verdad o ficción?

La innovación es un concepto difuso, parecido a una barca maltrecha vagando en mitad de una tempestad: La empresa es un náufrago que ha estado sobreviviendo en un mundo de mar con olas, porque estaba pletórico de energía, pero se ha olvidado de que no se está alimentando y que no esta en tierra, que su cuerpo sólo flota porque está “aguantando”. Este náufrago se ha dormido y casi con el agua sobre sus ojos percibe que le falta aire y energía y que el mar no cesa de estar picado en una continua tempestad denominada “mercado mundial”. Con el miedo en su cuerpo, avista una pequeña barca acercándose que flota con dificultades y lleva escrito unas letras chinas en un extremo. El náufrago no confía en que la embarcación pueda soportarle y plantea dejarla marchar, pero tras observar como se comporta el mundo que le rodea, se da cuenta de que es la única vía de sobrevivir porque sabe que nadie vendrá a socorrerle y tarde o temprano, sus energías se agotarán inevitablemente. Tras subirse a la barca, encuentra unos plásticos, un par de remos y 2 hélices, pero primero decide respirar y descansar por un minuto. Entonces es cuando considera ese minuto como un regalo por muy corto que resulte y recapacita que su objetivo es exclusivamente tocar tierra. Analiza la mar, observa el cielo y tras planear su ruta comienza a remar sin descanso pero a un ritmo asequible y constante.

Observa que el tiempo va mejorando y para protegerse del sol utiliza el plástico que tiene a modo de techo. Sigue remando y gracias a sus ideas instala las hélices a modo de pequeños motores que aprovechan las corrientes y le ayudan a desplazarse.

Al cabo de mucho tiempo de esfuerzo y empeño en un largo y duro camino donde no parecía verse el final, el náufrago tocó tierra y un hombre mayor que paseaba por allí le pregunto la procedencia de semejante barca tan bien equipada. El naufrago se sorprendió porque en ningún momento el hombre se había fijado en su estado físico y éste, simplemente le pregunto por las letras chinas que aparecían escritas en la madera. El hombre mayor le contesto: “Se hablar muy bien chino, pero no se qué sentido tiene esa palabra. Pone:
-innovación-, sabe usted qué puede ser?”.